PACHYPODIUM
LAMEREI
Conocido
también como PALMA DE MADAGASCAR por su
lugar de origen, donde puede llegar a convertirse en un verdadero
árbol de tronco espinado. Gusta de sitios cálidos
y soleados. A bajas temperaturas pierde las hojas que rebrotan en
la primavera siguiente. Requiere riego abundante (sin encharcar)
en primavera y verano así como un suelo rico y bien drenado.
Esta planta suculenta tiene un gran interés decorativo, pudiendo
llegar a conseguir un tamaño considerable en pocos años.
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